* Los Hechos de Dios (A través de los Apóstoles)
El libro de Hechos continúa la historia que Lucas empezó en su Evangelio; abarcando los treinta años posteriores a la ascensión de Jesús.
En este corto período, la iglesia se estableció y el evangelio de salvación se llevó por el mundo, inclusive a la capital del Imperio Romano.
Los predicadores, gente común con debilidades y limitaciones, fueron revestidos de poder por el Espíritu Santo para difundir las buenas noticias al "mundo entero" (17.6). Por Hechos aprendemos sobre la naturaleza de la Iglesia y también a cómo revertir el mundo.
El primer libro de Lucas fue su Evangelio. Lo dedicó también a Teófilo, nombre que significa "uno que ama a Dios". (Véase nota a Luc 1:3.).
Los versículos 1 al 11 son el nexo entre los hechos narrados en los Evangelios y los que marcan el comienzo de la iglesia primitiva. Jesús pasó cuarenta días enseñando a sus discípulos, los que experimentaron un cambio total.
Antes de esto discutieron unos con otros, abandonaron a su Señor y uno de ellos (Pedro) incluso negó que le conocía. Después de una serie de reuniones con el Cristo resucitado, los discípulos hallaron la respuesta a muchas de sus preguntas; llegaron a convencerse en relación con la resurrección, aprendieron del Reino de Dios y la fuente de su poder: el Espíritu Santo.
A través de la lectura de la Biblia podemos sentarnos junto al Cristo resucitado en su escuela de discipulado. Creyendo en El recibimos el poder del Espíritu Santo y nos convertimos en personas renovadas. Al reunirnos con otros cristianos en su Iglesia podemos tomar parte en su obra aquí en la tierra.