📢Palabras de Poder

Juan 14:6_Jesús le dijo: Yo soy el camino la verdad y la vida, nadie viene al padre sino es por mí.......Juan 8:12_Otra vez Jesús les habló diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.......Juan 3:5_Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.......Juan 11:25_Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente.......Colosenses 1:13-14_el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados.......Colosenses 1:15-16_Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación, porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él.......Colosenses 2:14-15_anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.

Rahab una Mujer de Fe (de Ramera a Sierva de Dios)

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Josué envía espías a Jericó
 


Josué envía espías a Jericó

Jos 2:1.  Josué hijo de Nun envió desde Sitim dos espías secretamente, diciéndoles: Andad, reconoced la tierra, y a Jericó. Y ellos fueron, y entraron en casa de una ramera que se llamaba Rahab, y posaron allí. 


Jos 2:2.  Y fue dado aviso al rey de Jericó, diciendo: He aquí que hombres de los hijos de Israel han venido aquí esta noche para espiar la tierra. 


Jos 2:3.  Entonces el rey de Jericó envió a decir a Rahab: Saca a los hombres que han venido a ti, y han entrado a tu casa; porque han venido para espiar toda la tierra. 


Jos 2:4.  Pero la mujer había tomado a los dos hombres y los había escondido; y dijo: Es verdad que unos hombres vinieron a mí, pero no supe de dónde eran. 


Jos 2:5.  Y cuando se iba a cerrar la puerta, siendo ya oscuro, esos hombres se salieron, y no sé a dónde han ido; seguidlos aprisa, y los alcanzaréis. 


Jos 2:6.  Mas ella los había hecho subir al terrado, y los había escondido entre los manojos de lino que tenía puestos en el terrado. 


Jos 2:7.  Y los hombres fueron tras ellos por el camino del Jordán, hasta los vados; y la puerta fue cerrada después que salieron los perseguidores. 


Jos 2:8.  Antes que ellos se durmiesen, ella subió al terrado, y les dijo: 


Jos 2:9.  Sé que Jehová os ha dado esta tierra; porque el temor de vosotros ha caído sobre nosotros, y todos los moradores del país ya han desmayado por causa de vosotros. 


Jos 2:10.  Porque hemos oído que Jehová hizo secar las aguas del Mar Rojo delante de vosotros cuando salisteis de Egipto, y lo que habéis hecho a los dos reyes de los amorreos que estaban al otro lado del Jordán, a Sehón y a Og, a los cuales habéis destruido.


Jos 2:11.  Oyendo esto, ha desmayado nuestro corazón; ni ha quedado más aliento en hombre alguno por causa de vosotros, porque Jehová vuestro Dios es Dios arriba en los cielos y abajo en la tierra. 


Jos 2:12.  Os ruego pues, ahora, que me juréis por Jehová, que como he hecho misericordia con vosotros, así la haréis vosotros con la casa de mi padre, de lo cual me daréis una señal segura; 


Jos 2:13.  y que salvaréis la vida a mi padre y a mi madre, a mis hermanos y hermanas, y a todo lo que es suyo; y que libraréis nuestras vidas de la muerte. 


Jos 2:14.  Ellos le respondieron: Nuestra vida responderá por la vuestra, si no denunciareis este asunto nuestro; y cuando Jehová nos haya dado la tierra, nosotros haremos contigo misericordia y verdad. 


Jos 2:15.  Entonces ella los hizo descender con una cuerda por la ventana; porque su casa estaba en el muro de la ciudad, y ella vivía en el muro. 


Jos 2:16.  Y les dijo: Marchaos al monte, para que los que fueron tras vosotros no os encuentren; y estad escondidos allí tres días, hasta que los que os siguen hayan vuelto; y después os iréis por vuestro camino. 



El envío de los espías, 2:1-7. "Secretamente" (v. 1a) Josué envió dos espías (LXX los llama "jóvenes"), quizá para evitar que el pueblo se alarmara por alguna mala noticia proveniente del otro lado del Jordán, lo cual provocaría desánimo, como ocurrió con el informe de los espías enviados por Moisés (Num_13:1-33). Parece que Sitim (comp. Num_33:49; Jos_3:1; Mic_6:5) fue el último campamento de los hebreos antes de pasar a la tierra de Canaán. 


Este lugar estaba al frente de la ciudad de Jericó, probablemente uno de los centros de adoración a la divinidad lunar. La "tierra" (v. 1b) se refiere al territorio que circundaba a la ciudad en la cual se localizaban los trabajadores del campo. Esta parte del territorio era importante conocerla, pues los hebreos eran campesinos y este era un espacio favorable para repliegues o la ubicación de los guerreros antes de tomar la ciudad.


El diálogo de Rahab con los espías, Heb_2:8-24. En esta segunda parte del capítulo se registra el diálogo de Rahab con los espías escondidos en la azotea de la casa.

La primera en hablar es Rahab quien expresa una confesión de fe (vv. 9-13). En ella combina el miedo, común a los que se sentían asediados, con la confianza en que Jehová también puede librarle, junto con su familia, de la muerte inminente.


La fe de Rahab (elogiada en Heb_11:31 y santiag_2:25) surge de su experiencia y angustia existencial, más que por la recepción de un mensaje que los espías le hubiesen predicado. Sin embargo, ella muestra conocimiento de las acciones portentosas de Dios con los israelitas (vv. 9, 10). En todo caso, este haz de verdad que ella encuentra es compatible con la revelación progresiva de Dios en este tiempo, y que incluye a personas como Rahab, que por ser mujer ya era marginada, y mucho más por su ocupación.


Es claro que el Espíritu Santo estaba hablando a la vida de ella debido a la iniciativa misericordiosa de Dios. En el v. 12 se utiliza el término "misericordia" que en el hebreo es jesed, aplicado generalmente al amor de Dios por su pueblo, y al afecto interpersonal caracterizado por la lealtad. Rahab destaca el tipo de afecto que ella ha tenido por los espías y espera reciprocidad de su parte. Uno puede ver la obra de Dios en personas como Rahab al expresar este tipo de sentimientos, quizá muy diferente al que ella podía expresar en la práctica de su ocupación cotidianamente, los cuales estaban motivados por intereses económicos inmediatos. 


La actitud de Rahab ahora está motivada por intereses más altos: su vida y la vida de su familia, y esto constituye sin duda alguna un cambio de mente y de conducta.

La respuesta de los espías (v. 14) consiste en proponer un pacto a Rahab, en el que ella se obliga a cumplir algo que ya estaba de hecho haciendo, es decir, encubrir la presencia de ellos en Jericó. Otra explicación de esta solicitud es que ella aún no había hablado con los enviados del rey y por eso cuando ellos llegaron ya todo estaba arreglado.



"Os ruego pues, ahora, que me juréis por Jehová, que como he hecho misericordia con vosotros, así la haréis vosotros con la casa de mi padre, de lo cual me daréis una señal segura"





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